Un producto de la industria pesada europea que no oculta sus orígenes mineros tras una superficie artificialmente embellecida.
Esta sólida pizarra magnética de acero laminado europeo de 3 mm de grosor se cortó aquí, en Lüdinghausen, Münsterland, con tecnología láser. Está hecha de chapa negra sin tratar, por lo que no ha sido sometida a ningún acabado superficial, lo que despoja al material de cualquier identidad ganada durante el proceso de producción. Las huellas de las distintas fases de producción son reconocibles a simple vista: puede encontrar en ella las impresiones de grandes ventosas, que se utilizaban para levantar la chapa de la cinta del tren de laminación, o los restos del refrigerante que evitaba el sobrecalentamiento de los rodillos. La chapa debe su coloración oscura a la capa de cascarilla que se crea cuando el acero caliente se procesa por la reacción del oxígeno con el hierro. Cada pieza es única, mostrando abiertamente sus orígenes mineros y su historia industrial pesada.
El grosor especialmente grueso del material, de 3 mm, poco habitual en el mercado, impide que la plancha vibre cuando se arrancan imanes especialmente fuertes. En nuestras pruebas prácticas, las planchas con un grosor de 2 mm fracasaron porque la falta de rigidez hace que los billetes fijos acaben regularmente en el suelo cuando se utilizan imanes con la fuerza de adherencia adecuada. Suministramos tacos universales con pernos de suspensión de 8 mm para fijar con seguridad la pizarra magnética de 5,6 kg. La distancia entre la pizarra y la pared puede ajustarse individualmente utilizando el hexágono de latón y las tuercas ciegas que se adjuntan para compensar cualquier irregularidad de la superficie. El óxido no es un problema fuera de las habitaciones húmedas, sobre todo porque sellamos cada pizarra con una fina capa de cera.