Ducha de doble chorro THPG Latón cromado Mango de porcelana

La siguiente versión, mecánicamente compleja, de nuestra ducha totalmente de latón resuelve un problema físicamente no tan trivial: calmar el agua que fluye de tal forma que salga absolutamente tranquila, libre de toda turbulencia y sin aditivos de aerosol: visible en su claridad cristalina y perceptible en la suave fuerza con la que golpea la piel - tal y como debe ser en las duchas y lavados Kneipp y tras las sesiones de sauna. El agua que golpea la piel no se escurre, sino que permanece en contacto con ella durante más tiempo, lo que intensifica su efecto estimulante. Lo conseguimos con un gran esfuerzo: cuando se pasa del chorro de ducha normal al laminar de acero con sólo girar el cabezal de ducha, el agua se envía desde un plato distribuidor a través de una cascada de cinco coladores superpuestos y un laminador especialmente desarrollado, donde se calma por completo y se lleva a un flujo totalmente paralelo. Toda la mecánica implicada, literalmente todas las piezas, se ensamblan a partir de componentes de latón mecanizados mediante CNC.
Si la desmonta hasta la última pieza con una pieza de 2 euros (por curiosidad o para limpiarla, pero volver a montarla lleva su tiempo), sólo encontrará una pieza de plástico (el inserto del laminador es de plástico), y ni una sola pieza que no pueda limpiarse fácilmente u obtenerse como recambio.