Los requisitos específicos de ubicación de una luz para sótanos y exteriores exigen materiales robustos y resistentes a la intemperie. En este caso, las carcasas se funden en latón macizo o aluminio. Ambos materiales son resistentes a la corrosión e insensibles a las influencias mecánicas. Junto con la solidez de su interior, garantizan la longevidad y el aspecto duradero de estas luminarias.